Institucional

LUZ Y GUÍA


Los alumnos son personas que presentan la necesidad de que alguien los ilumine y los guíe hacia el saber. Al respecto, LUZ y GUÍA es nuestro lema. Es en el Colegio Andersen donde trabajamos para dar luz al proceso de desarrollo de cada niño como ciudadano de bien, capaz de pensar por sí mismo, responsable, comprometido con su comunidad y su desarrollo equitativo.

Nuestros alumnos deberán ser guiados hacia el conocimiento, el cual será asimilado según la arista que lo ilumine. Nos desempeñamos como guía, cuando acompañamos ese camino siendo sostén y ofreciendo diferentes posibilidades, recursos y estrategias para avanzar hacia el saber, hacia su formación como persona. Y esta guía es efectiva cuando también es afectiva, cuando podemos acompañar con amor, dando contención, sobre todo cuando el camino se hace difícil. Cuando más obstáculos tenga el camino de un niño, mayor será nuestro compromiso con el desafío de ser guía.

VALORES


Los valores humanos son aquellos atributos y cualidades que se encuentran en la más alta expresión del espíritu humano. Es por esto, que acompañan al desarrollo académico y se encuentran en la base de nuestra meta institucional, como aprendizaje fundamental para la vida. Entre otros, trabajamos por forjar en nuestros alumnos:

SOLIDARIDAD CON TODA FORMA DE VIDA

Una profunda conciencia de que toda vida es sagrada como la base de todos los demás valores humanos. Esta conciencia va más allá del respeto e incluso de la reverencia hacia una profunda solidaridad por toda vida que debe ser nutrida entre toda la gente como el mayor de los valores. En su forma más completa, esta solidaridad por la vida se manifiesta como amor incondicional. Finalmente, el amor es el sustrato máximo de la existencia; en su nivel más profundo, amor es lo que somos.

NO- VIOLENCIA

La no-violencia verdadera surge espontáneamente de quien tiene una profunda conciencia del carácter sagrado de toda ida. La verdadera no-violencia, abarca la no-violencia de las palabras y de los pensamientos, así como de las acciones; porque las palabras surgen de los pensamientos y las acciones provienen tanto de los pensamientos como de las palabras. Tenemos que estar siempre atentos a que, así como no se puede extinguir fuego con fuego, tampoco se puede extinguir la violencia con más violencia.

AMABILIDAD Y COOPERACIÓN

Las relaciones humanas deberían caracterizarse por la amabilidad y la cooperación, no por la competencia y los celos. Son tendencias naturales y espontáneas de todas las personas cuando están entre quienes aman, incluyendo la familia y los amigos. Estas cualidades prosperan naturalmente para extenderse hacia toda la gente entre la que hay una profunda solidaridad por toda forma de vida y conciencia de que todos somos parte de una sola familia mundial.

EMPATÍA

La empatía es la capacidad de ponerse en el lugar del otro para saber cómo se siente. Es un sentimiento de participación afectiva de una persona en la realidad que afecta a otra. La empatía está arraigada a la conciencia de que todos formamos parte de un espíritu universal. Florece allí cuando uno ve al otro como uno mismo, sin culpa, lástima o prejuicio y puede ser parte de su misma vivencia.

GENEROSIDAD Y COMPARTIR

La generosidad y el compartir son reacciones naturales hacia quienes queremos, empezando por los miembros de nuestra propia familia. Estas cualidades aumentan y se expanden junto con la conciencia de que la verdadera prosperidad es el resultado de dar, no de acaparar, y que nuestra familia es realmente toda la humanidad. Por su parte, La honestidad es un valor que tiene una estrecha relación con los principios de verdad y justicia y con la integridad moral. Una persona honesta es aquella que procura siempre anteponer la verdad en sus pensamientos, expresiones y acciones. Así, esta cualidad no sólo tiene que ver con la relación de un individuo con otro u otros y con el mundo que lo rodea.

COMPROMISO Y RESPONSABILIDAD

Tomar conciencia de todos los dones que nos concedió la naturaleza, cualquiera que sea nuestra condición o situación y de allí comprometernos a ser responsables frente a nuestros actos, entendiendo que cada acción supone una consecuencia y que cada uno es el arquitecto de su propia vida.

SERVIR A LA SOCIEDAD

Ayudar a quienes lo necesitan es una gran satisfacción personal para quienes se embarcan en actividades altruistas. Esta tendencia altruista innata aumenta con la conciencia de que todos formamos verdaderamente de una gran familia mundial y estamos aquí para contribuir con algo de valor en la sociedad, no sólo para obtener algo para nosotros mismos.

UNA ACTITUD ECOLÓGICA ACTIVA

Una actitud ecológica surge espontáneamente al comprender que la tierra es nuestra madre y la madre de toda vida en el planeta. El valor humano que conlleva el respeto por la naturaleza, se conforma de una profunda solidaridad con el planeta, conciencia de cooperación y compromiso activo con su cuidado, del mismo modo que amamos a nuestra madre.